Fado do 31

En la década de los años 1920, las figuras populares de Lisboa acudían a los cafés y se decía, en tono jocoso, que la vida nacional se movía alrededor de una taza. A Brasileira do Chiado fue muchas veces escenario de acaloradas discusiones, algunas llegando a degenerar en peleas, en las que se incluía el lanzamiento de tazas y sillas. Almada Negreiros y José de Bragança protagonizaron una de esas escenas tras una discusión sobre el orden de los paneles expuestos. La fadista Maria Victoria inmortalizó ese momento en el famoso Fado do 31 que cantó vestida con sombrero y traje masculino.