O Pátio das Cantigas

En esta película portuguesa de 1942, el actor Ribeirinho representa al hijo de un hombre bohemio, interpretado por Vasco Santana, un personaje que quería casarse con la vecina, Dª Rosa, cuya hija había emigrado a Brasil. Cuando la hija de Dª Rosa vuelve a Portugal, Ribeirinho le va a pedir la mano de la madre, para que se casase con su padre, y acaba enamorándose de ella. En una escena maravillosamente interpretada por padre e hijo, Ribeirinho confiesa a su padre que se siente atraído por la brasileña, y como era costumbre en el cine portugués de la época lo dice de forma graciosa: «Ah, padre, que culpa tengo yo de que haya café en la Brasileira», haciendo una clara referencia a la cafetería A Brasileira do Chiado, entonces muy frecuentada por artistas.