
Vestido a rigor
En una época en la que era normal que las cafeterías tuviesen un portero impecablemente uniformado velando por la distinción del establecimiento, los clientes de A Brasileira do Chiado siempre iban con corbata y los camareros controlaban se encargaban del control riguroso de la indumentaria. Los artistas eran excepción, a estos se les permitía algún atrevimiento comedido. Debido a que era común el uso de sombrero en la calle, era regla de buena educación quitárselo en el interior de un establecimiento. Sin embargo, al regreso de su viaje a Brasil el portero se dirigió al en aquel entonces aclamado héroe nacional, Almirante Gago Coutinho, solicitándole que se quitase el sombrero. Gago Coutinho se negó a hacerlo alegando que formaba parte de su uniforme, pero el portero, firme con el cumplimiento de las reglas, rechazó los argumentos y Gago Coutinho se retiró indignado.